Sorprende que el desarrollo turístico de la Riviera Maya haya comenzado apenas en las década de 1990, teniendo en cuenta que su historia se remonta a varios milenios atrás.
Y cuando decimos milenios lo hacemos con toda la responsabilidad y los argumentos del caso pues fue aquí donde se consiguió el esqueleto humano más antiguo que se conoce de América Latina, que es la muestra de que el hombre habitó esta tierras desde tiempos inmemoriales. Se trata del esqueleto “Naia” que fue encontrado casi completo y se ha demostrado que tiene más casi 13 mil años de edad.
Cuando llegaron los españoles, en el umbral del siglo XVI, las grandes ciudades mayas como como Chichen Itzá o Uxmal ya estaban en periodo de decadencia y, por razones que aún no están del todo claras, habían sido abandonadas. Pero la región de lo que hoy se conoce como Riviera estaba en su pleno esplendor y los conquistadores necesitaron de más de un siglo para dominar este territorio debido tanto a las dificultades que imponía su ubicación geográfica como a la resistencia de sus pobladores originarios.
Paradójicamente hoy la Riviera permanece al estado más joven México que es Quintana Roo, el cual alcanzó el status como Estado en 1974. La Riviera abarca la zona oriental de la península del Yucatán: más de 120 kilómetros de tierra bañada por las aguas del Mar Caribe. Está a 35 kilómetros de Cancún, comienza la población de Puerto Morelos y se extiende hasta Sian Ka’an que es una reserva de biosfera que parece ser su barrera de protección natural.
Para dar una idea de la fortaleza turística de la Riviera Maya basta con decir que anualmente recibe la astronómica cifra de 17 millones de turistas ¡Algo muy especial deben esconder estas tierras y estas aguas!